6 jun 2013

Viena día 1

Hoy como en todos los viajes nos lo hemos tomado con un poco de calma por ser el primer día.

Hemos salido tranquilamente del hotel (poco más de las 11) y ha tocado hacernos con el sistema de transportes (tranvías, autobuses y metro) ya que es importante conocerlos, a la vez que paseas casi sin rumbo para mezclarte y empaparte de la vida y el despertar de la ciudad.

Nos hemos tomado nuestro primer café vienés, hablado las primeras palabras en alemán (por suerte para nosotros el vienés habla ingles) y hemos empezado a enfilar destinos. 

Lo primero que hemos hecho ha sido buscar la calle Mariahilfer, que es una de las principales avenidas que corta Viena por la mitad y con ella hemos ido al "Zentrum" (centro). Una vez allí hemos ido a la zona de Museumquartier, que es una zona donde entre otros está el museo de arte moderno (MUMOK) y el Leopold Museum, donde alberga obras de Gustav Klimt. Literalmente hemos pasado de entrar en ambos, prometiendo volver otro día al Leopold al menos, ya que no era momento de ver cuadros. 

 
El MUMOK de fondo. Igual entramos otro día porque si de arte no entiendo ná, de "arte moderno" ni te cuento XD. 

El museo Leopold al fondo. Vendremos otro día si se puede, ya que a Klimt (su "Beso" y "Judith") lo veremos en Belvedere posiblemente mañana o pasado. 

A continuación y por cercanía hemos subido al palacio Imperial o Höfburg (Corte). Allí hemos elegido lo que nos ha parecido más importante debido al tamaño del palacio y a la hora que era y al tiempo que lleva verlos, porque Los Apartamentos Imperiales, el Museo de Sisi y el "Silberkrammer" nos ha llevado casi dos horas entrando y visitando con su correspondiente audio guía. 

Exagerado el periodo de opulencia y detalles del Barroco e incluso del Rococó de la mayoría de vajillas, cubertería y centros de mesa que gastaban aquí los amigos. Las vajillas de plata y algunas de bronce e incluso oro que se usaban en recepciones oficiales sobretodo...

Cubiertos en su mayoria bañados en oro. Miles de piezas manufacturadas sobretodo en escuelas de Francia a primeros del siglo XVIII

Vajillas y juegos de mesa de plata. 

Eva preguntándose si esto se puede meter en el lavavajillas. 



Esta forma que se ve aquí, se hacía de una sola vez y con un solo paño. Su elaboración es un "secreto" que conocen muy poca gente en el mundo. 






Después de esto y para deleite nuestro, hemos entrado en el Museo de Sisi. Isabel de Baviera (o Sisi que es como la llamaba su marido Francisco Jose I de Austria), aquella mujer convertida en 

Emperatriz en contra de lo acordado, ya que debía de ser su hermana Elena quien se casara con su primo el Emperador, embrujó con su belleza y frescura al mismísimo emperador para más adelante pasar a ocupar el lugar de su hermana. 

Debido al "temperamento" y a la sensación de libertad que llenaba la vida de Sisi, pronto empezó a venirsele todo aquello grande y a sentirse vacía. Se sentía abrumada y sobrepasada por tantas miradas de desconocidos, comentarios susurrados en su presencia, la vida de palacio y sobretodo las obligaciones a las que pronto se negó a atender por todo lo que conllevaba. Empezó el camino a una profunda depresión. 

En medio de esa vida "vacía" y depresiva que llenaba con una vigorexia dedicada, un culto al cuerpo para estar siempre delgada (pesaba 45-47 kilos y media algo mas de 1,70) y la enésima dieta empezaron a llegar los hijos. Tuvo en total 4; la primera hija (Sofía) se le murió a los dos años, quedando los demás a cargo de su suegra que logró declararla incapacitada para la crianza de sus propios hijos. Esto unido a las obligaciones reales y sus continuas huidas de palacio desapareciendo durante

(POR CULPA DE LA APLICACIÓN MÓVIL DE BLOGGER, MEDIO POST HA SIDO BORRADO, ASÍ QUE TRANSCRIBIRÉ LO QUE PUEDA A PARTIR DE AQUÍ PERO MÁS RESUMIDO)

Decía que desaparecía durante días y se perdía sobretodo por Hungría. 

Su primogénito, que se dice que era adicto a la heroína, murió a los 30 años sumiendo a Sisi en una profunda depresión y pasando a vestir desde entonces en un riguroso color negro en señal de recomiendo por luto. Ya no permitía que nadie se le acercara ni que se le tomará fotografías. 

Eran continuos sus viajes al extranjero para según ella conocer otras culturas. En uno de sus viajes en Suiza, donde se hospedaba junto con su asistenta bajo el seudónimo de baronesa, fue descubierta por la indiscreción de un periódico local. Un anarquista italiano que se encontraba en Suiza con el fin de atentar contra algún político, al verlo cambio de planes ya que este objetivo era más importante. 

Así que una mañana que se disponía a embarcar, el anarquista le asestó una puñalada en el pecho con una lima, cayendo Sisi creyendo que la habían empujado. A entrar en el barco se desvaneció y fue trasladada al hospital donde fallecería poco después. 

Isabel de Baviera fue enterrada con honores de estado y el Emperador a pesar del distanciamiento, manifestó a sus allegados que había amado a esta mujer con toda su alma. 

Las fotos dentro de estos recintos estaban prohibidas. Pasear por los apartamentos y hacerlo con audioguía hace que te traslades a la época y estés viendo las escenas continuamente. 

Tras esta visita, fuimos a la "Casa de las Mariposas" que está en el mismo recinto. Es un lugar especial y acristalado donde pululan a sus anchas cientos de mariposas y en donde fotografiarlas y fotografiarse con ellas termina siendo divertido. 

Lo primero que te encuentras al entrar es un bofetón de calor impresionante. Las mariposas de distinta procedencia, tamaños y formas necesitan de este hábitat. 








Tras la Casa de las Mariposas, nos perdimos un poquito sin rumbo en un tranvía y terminamos sin saberlo en el Prater. Allí se encuentra un parque de atracciones perenne y acabamos subiendonos en un columpio giratorio que sube a casi 100mts de altura y casi llegando al suelo alcanza los 60 km/h de giro. 










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