11 jun 2013

Viena día 6 y último.

Hoy ha llovido durante medio día lo que no ha llovido en toda la semana. Al final decidimos por eso mismo no ir a Bratislava así que lo único que quedaba era pasear y despedirnos de esta bonita ciudad.

Visitamos esta mañana un mercado pero debido a la lluvia la mayoría de los puestos no estaban. Sólo quedaban los fijos que son de frutas, comidas y poco más. 

Tras esta fallida visita nos fuimos a castigarnos un poco. Al decir castigarnos un poco me refiero a que fuimos a un sitio donde por ejemplo si te comías uno de los platos que había en la carta te regalaban una botella de vino. Ni lo intentamos, aunque lo que pedimos no se quedaba corto...

Algo muy típico vienés; el Schnitzel, que no es otra cosa que un escalope empanado. Con cada uno de los dos que le pusieron a Eva se podía arropar a una familia de jamaicanos con rastas incluidas. 


Yo me pedí el costillar XXL con mi correspondiente litro de cerveza, que había que echarle un ratito bueno. Al final me deje del último costillar dos costillitas. Es que quería comer poquito. 


XDDDD. Nada que comentar. 

El restaurante se llama XXL Leopoldauer Alm. Estuvo a la altura. Es un restaurante a las afueras de Viena y con empleados vestidos con trajes típicos tiroleses. Es recomendable. 

A salir del restaurante, nos refugiamos de la lluvia que caía en un centro comercial cercano y tras acampar un poco, pillamos el metro y volvimos al centro. En esta ocasión nos bajamos en Stephanplatz y paseamos un poco por los alrededores. Vimos la casa de Mozart (donde vivió aquí) pero no llegamos a entrar. Hoy tocaba mayormente comprar survenir a nuestros sobris (que por otro lado las tiendas de survenir brillan casi por su ausencia). 

Ya estamos en el hotel recogiendo. Mañana salimos hacia Zurich a las 06:50 y llegaremos a Málaga sobré las 12 y poco. Al llegar a Málaga os avisamos. 


Ya estamos en Zurich. En 1 h salimos para Málaga.

Vale guay. Acaban de anunciar que vamos con retraso. En principio 20 minutos más.

A final fueron dos horas de retraso. Cuando salió el capitán personalmente a explicar lo que ocurría y cogí al vuelo huelga, personal de control y España, me dije "ya estamos los de siempre haciendo lo de siempre XDD" Pero resulta que no, que son los controladores franceses que iniciaron una huelga ayer y hasta mañana. Menos mal...

Añadir como última experiencia del viaje algo personal y bonito. Resulta que volvíamos el día 12 de Viena a Zurich y a Málaga y era mi cumpleaños. Mi mujer habló con el pasaje y casi llegando a destino, se presentó una asistente con una bandeja y en ella una botellita de champán con dos copitas de cristal, una bolsita de celofán llena de chocolatinas de Swiss (que están buenísimas) y una tarjeta manuscrita deseándome el equipo del vuelo tal de Swiss un feliz cumpleaños. Evidentemente no sabía nada y la cara de TONTO que se me quedaría cuando la asistente me preguntó que si me llamaba Pablo y a continuación felicitarme por mi cumpleaños ha quedado para la posteridad. 


Por eso decía casi al principio de este blog, que solemos tener experiencias que luego pasan al cajón como grandes momentos... Eso es así. 



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